martes, febrero 20, 2007

publicidad

La publicidad es el sistema operativo que estructura nuestro cerebro. Importa el simulacro, no la realidad. Las grandes empresas de esta sociedad no son las que ofrecen mejores bienes o servicios, sino las "especializadas en la producción de consumidores". Y lo mismo ocurre con las personas. Nadie está a salvo. Dedicamos nuestro tiempo a pensar cómo vendernos, en preparar nuestra campaña... No somos, aparentamos.



el Ajo contra el sabor a mentira

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