jueves, marzo 15, 2007

koan

El discípulo Doko se apersonó a un maestro zen, y le dijo: “Estoy buscando la verdad. ¿Cuál es el estado mental en el que debo perfeccionarme para encontrarla?”.

Dijo el maestro: “No hay mente, de modo que no puedes ubicarte en estado alguno. No hay verdad, de modo que no puedes perfeccionarte para alcanzarla”.

“Si no hay mente que perfeccionar, ni verdad por encontrar, ¿por qué tienes aquí esos monjes que se reúnen todos los días ante ti para estudiar el zen y perfeccionarse mediante ello?”

“pero si aquí no hay siguiera un palmo de sitio”, dijo el maestro, “cómo podría haber una reunión de monjes?”. “¿Y yo no tengo lengua, ¿cómo podría entonces llamarlos o impartirles enseñanzas?”.

“Oh, ¿cómo puedes mentir así?”, dijo Doko.

“Pero si no tengo lengua que me permita hablar, ¿cómo podría mentirte?”, repondió el maestro.
Entonces, Doko dijo con tristeza, “no puedo seguirte. no puedo comprenderte”.

“Yo no puedo comprenderme a mí mismo”, dijo el maestro.


http://www.kirainet.com/koan/


2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!!

¿Sabes lo que yo entiendo por Zen? Sólo dos cosas simples
Zentarse y zentirse

Eso es Zen (al menos para mi)

Byo energéticos, equilibrantes y reponedores

Sario dijo...

El Zen es como la electrónica, no se puede enseñar con palabras... :-)
Para ambas hay que zentarse muuuuucho rato.
Espero que vaya todo bien

Besos