viernes, junio 05, 2009

arranque dual, engendros y vil política

Desde luego, no hay razón alguna para que el nuevo totalitarismo se parezca al antiguo. El gobierno, por medio de porras y piquetes de ejecución, hambre artificialmente provocada, encarcelamientos en masa, deportación también en masa no es solamente inhumano (nadie, hoy día, le importa demasiado este hecho); se ha comprobado que es ineficaz, y en una época de tecnología avanzada la ineficacia es un pecado contra el Espíritu Santo. Un estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuese necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre. Inducirles a amarla es la tarea asignada, en los actuales estados totalitarios, a los ministerios de propaganda, los directores de los periódicos y los maestros de escuela.

Aldoux Huxley, nuevo prólogo de Un mundo feliz, 1946
Cita de 99 Francs de Fŕedéric Beigbeder (ese cabrón que escribió el libro que yo hubiese querido escribir...)

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